Piensa una contraseña que tenga 8 caracteres como mínimo.
Ha de incluir números, mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales.
No debe contener datos personales (fecha de nacimiento, nombre…)
No utilices palabras que figuren en el diccionario.
No reutilices ninguna contraseña que tengas para otras cuentas de correo o páginas web.
Establece una contraseña diferente a la que tenías. Si configuras la misma contraseña que ya está comprometida, tu problema se reproducirá de forma casi inmediata. ¡Piensa que los malos ya la tienen!👀
Ten siempre en cuenta que una buena contraseña es tu primera línea de defensa contra la ciberdelincuencia.
Además, te recomendamos:
Cambiar periódicamente tus contraseñas. Programa una alerta en tu calendario para recordarlo.
Mantener tus contraseñas en secreto y no permitir que estén al alcance de otras personas.
Elegir una contraseña diferente para cada una de tus cuentas: correo profesional, correo personal, banco…
(Fuente: arsys.es)